common extra house lab

El sistema de «Autoconstruction Neighbourhood» es una potente herramienta de participación vecinal, que toma como soporte físico una manzana de viviendas, y en la cual, mediante una red de usuarios constructores, y un sistema de intercambios, cada elemento físico de la manzana va adaptándose a las nuevas necesidades y al diseño colectivo de los habitantes de esta unidad residencial.

De esta forma la herramienta permite que en la comunidad vecinal donde sea aplicada la reforma sea un proceso continuo, ya que siempre las viviendas, cubiertas, medianeras y patios vecinales, se van adaptando a las nuevas necesidades que van surgiendo.

Algunos elementos de esta herramienta son: una red vecinal, en la que cada vivienda (referido a sus habitantes) tiene una serie de demandas, ofertas y/o habilidades, así como unos PUNTOS VECINALES, que tienen que ver con la modificación, demolición, construcción y reforma de espacios u objetos individuales o vecinales. Estas demandas y ofertas se van supliendo a través de este sistema.
Otros elementos de esta herramienta son el proceso de diseño colaborativo (el cual se explica más abajo en sus respectivas fases), y el almacenaje de elementos desmontados disponibles para su uso.

Este concepto de la autoconstrucción, proviene de una conversación que se tuvo con ancianos benaluenses, el 26 de abril de 2013, en el centro de búsqueda de resiliencia histórica.

En este encuentro, mediante una mesa de reconstrucciones interactivas asistidas, los ancianos hablaron y debatieron de como era el barrio hace 50 años.

En el encuentro surgieron muchos conceptos interesantes, y al final se concluyó sacando 10 habilidades resilientes que existían en el barrio hace 50 años, y que pudieran servir también en la actualidad.

En una de las discusiones, se comenzó a hablar del concepto de AUTOCONSTRUCCIÓN— AUTODEMOLICIÓN, mediante el cual los vecinos del barrio se hacían sus propias reformas en el barrio, pero también demolían o destruían aquellos objetos del barrio que no les gustaban o quedaban obsoletos.

Para hacerse una idea de como funciona esta red vecinal, cada vivienda tendría uno o varios usuarios principales y representaría uno de los perfiles de esta red social-vecinal.

En este perfil aparecería los datos del usuario, así como una lista con las habilidades que el usuario tiene. En la parte inferior podrían verse, las demandas y ofertas que tiene el usuario, que irán cambiando a lo largo

del tiempo. A su vez, cada uno de los intercambios que se realizarían, tendrían un «precio» en puntos vecinales, establecidos cada precio por la comunidad.

Como ejemplo de la aplicación de este sistema se ha escogido una manzana en el barrio de Benalua, justo al este de la placeta, para así explicar como funcionaría este sistema, justo colocado en el mismo sitio donde ya sabemos que funcionaban conceptos similares hace 50 años.

Se ha escogido esta manzana, la cual está compuesta por 14 bloques y no tiene edificios en su lado este, sino que tiene el parque-placeta. Las alturas varían desde PB+1, hasta 7 u 8 alturas.
A continuación, se propone un ejemplo de una sección (pinchar en ella para ampliar) para visualizar como funcionaría en una comunidad esta herramienta.

Al entrar en la comunidad, se decide si se entra en la red vecinal de la autoconstrucción y disfrutar de sus ventajas. Además, la red es flexible permitiendo tanto que los intercambios sean mutuos-duales, o que el intercambio se canjee por puntos vecinales.

soportes

Para poder realizar esta serie de reformas, los soportes disponibles se dividen en 5 y cada uno va utilizando el proporcional que le corresponde a su edificio, si le gustaría realizar una reforma en parte de un soporte que no le correspondiera tendría que adquirirlo a un posible vendedor a través de la transacción de puntos vecinales.

Por último, el centro de diseño colaborativo tendría las siguientes fases:

enlace de la entrega del 27 de junio

Nuestra empresa es el Laboratorio de Resiliencia Histórica, cuyo objetivo es recuperar características, habilidades y actitudes propias de una determinada época pasada en un determinado lugar, en nuestro caso, el barrio de Benalúa en los ’50. Nuestro método o herramienta es el sistema de reconstrucciones interactivas asistidas, en el cual, mediante la realidad aumentada (actualmente), se consigue generar un debate entre habitantes de la época y lugar que se está tratando, que permite hallar estas características. Esto se genera en torno a objetos, espacios y/o sonidos de realidad aumentada, que representan las realidades existentes entonces, y que varían según la conversación de los ancianos. El objetivo de este laboratorio, una vez reconstruidas estas realidades históricas, es generar un compendio de las características resilientes surgidas en el debate, su explicación y su puesta en valor.